Enamorada de un hijo de puta.
Me enamoré de un hijo de puta. Sí, así las cosas. Sí, me enamoré de ese, el reverendísimo hijo de puta. El más. El hijo de puta que me hace suspirar con solo recordar su sonrisa. ¡Porque claro, tiene la sonrisa más encantadora! El hijo de puta que me hace temblar cuando lo veo de frente; el que sabe perfecto cómo mojarme con dos mensajes de texto. Ese hijo de puta que me saca la sonrisa de oreja a oreja con un pinche: ¡hola! Perdidamente enamorada del hijo de puta que me desh