¡Ya no más!
¡Quiero ser libre! Quiero ser yo misma. Quiero poder pensar en mi primero, y decidir por mí y para mí y mis hijos. Quiero amarme, quiero cuidarme, quiero hacer tantas cosas para mí misma. Ya no quiero buscar la aceptación en otros, y, aun así, la sigo buscando. Ya no quiero pensar primero en los demás, sino en mí. Ya no quiero aguantarme, ya no quiero chingarme, ya no. Y después me ataca la culpa, viene las sagradas escrituras a recordarme que “hay de darse a los demás” “que