…. Y me descubro pensando en él a todas horas.
Y me mojo solo de recordarlo adentro de mi: ¡taaaan rico!
Y me estremezco solo de imaginarlo desnudándome con la mirada,
tocándome suavemente,
recorriéndome a besos.
Y me pierdo en la mente inventándonos juntos,
deseando recibir un mensaje de texto para correr a su encuentro.
Esto es auténtico deseo carnal.
Esto es haber encontrado a mi tornillo ideal.
Esto es simple lujuria.
Y a gozarlo vengo yo.
Sola. Frágil. Abandonada. Hay días en que regresa ese sentir a mí. Rompo en llanto. No soy suficiente. No lo hago bien, no sé hacerlo bien. Este vacío en mi pecho se acentúa. Un grito ahogado. Desespe
Este año contigo fue un sube y baja de emociones. Te quise soltar tantas veces que perdí la cuenta. Traté de borrarte de mi, pero no pude. Traté de olvidarte, de dejar de pensarte, de no necesitarte;
¿Quien dice qué esta bien y que esta mal? Todos nos equivocamos. Unos más que otros, o unos en más circunstancias más “mal vistas” que otras. ¿Quien dice qué es lo “mal visto”? ¿Por qué satanizamos lo