top of page
  • Foto del escritorMRA

Otro día jodido.

Aquí estoy, sola, en un cuarto de hotel -bastante caro, por cierto- pero sola. Tantas veces que repasé esta noche en mi cabeza, tantas posibilidades de tenernos, tantas ilusiones por compartir un día, un pinche día contigo. Tantas ganas de ser tuya en tierra de nadie durante toda la noche; despertar junto a ti, amarte hasta el cansancio, reír, gozar, conocerte más, quererte más, sentirte mío tan solo 24 horas. ¡Y tú no quisiste! Una vez más recibo la señal clarísima, y me niego a verla como lo que es: rechazo, miedo, falta de querer. Estoy consciente de que no me quieres como yo, ¿qué tan dispuesta estoy a seguir dando? ¿hasta que el dolor sea imposible? ¿hasta cuándo?


Y aquí estoy, sola. Llorando hasta el cansancio. Frente al espejo, tratando de reconocer mi reflejo, queriendo encontrar eso que me hace falta para decir ya no más; sufriendo al ver el brillo de mis ojos marchitarse por la tristeza de saberse malquerida, de no poder encontrarse en la mirada de otro; de anhelar un amor recíproco, de algo mutuo.


7 visualizaciones0 comentarios

Entradas Recientes

Ver todo

No lo soy.

Sola. Frágil. Abandonada. Hay días en que regresa ese sentir a mí. Rompo en llanto. No soy suficiente. No lo hago bien, no sé hacerlo bien. Este vacío en mi pecho se acentúa. Un grito ahogado. Desespe

Carta de amor nunca entregada.

Este año contigo fue un sube y baja de emociones. Te quise soltar tantas veces que perdí la cuenta. Traté de borrarte de mi, pero no pude. Traté de olvidarte, de dejar de pensarte, de no necesitarte;

¿Quién dice?

¿Quien dice qué esta bien y que esta mal? Todos nos equivocamos. Unos más que otros, o unos en más circunstancias más “mal vistas” que otras. ¿Quien dice qué es lo “mal visto”? ¿Por qué satanizamos lo

Publicar: Blog2_Post
bottom of page