top of page
  • Foto del escritorMRA

Enamorada de un hijo de puta.

Me enamoré de un hijo de puta. Sí, así las cosas. Sí, me enamoré de ese, el reverendísimo hijo de puta. El más. El hijo de puta que me hace suspirar con solo recordar su sonrisa.

¡Porque claro, tiene la sonrisa más encantadora! El hijo de puta que me hace temblar cuando lo veo de frente;

el que sabe perfecto cómo mojarme con dos mensajes de texto. Ese hijo de puta que me saca la sonrisa de oreja a oreja con un pinche: ¡hola! Perdidamente enamorada del hijo de puta que me deshace en tres palabras,

que me inquieta con su silencio,

que me agobia con su ausencia,

que me desarma con sus besos. No sé si es él el hijo de puta o yo la tonta ingenua. O los dos. Él está cuando quiere. Yo estoy ahí siempre. A él le valgo madre. Yo vivo pensando en cómo estará. El solo quiere cogerme.

Yo insisto en conectar.


37 visualizaciones0 comentarios

Entradas Recientes

Ver todo

No lo soy.

Sola. Frágil. Abandonada. Hay días en que regresa ese sentir a mí. Rompo en llanto. No soy suficiente. No lo hago bien, no sé hacerlo bien. Este vacío en mi pecho se acentúa. Un grito ahogado. Desespe

Carta de amor nunca entregada.

Este año contigo fue un sube y baja de emociones. Te quise soltar tantas veces que perdí la cuenta. Traté de borrarte de mi, pero no pude. Traté de olvidarte, de dejar de pensarte, de no necesitarte;

¿Quién dice?

¿Quien dice qué esta bien y que esta mal? Todos nos equivocamos. Unos más que otros, o unos en más circunstancias más “mal vistas” que otras. ¿Quien dice qué es lo “mal visto”? ¿Por qué satanizamos lo

Publicar: Blog2_Post
bottom of page